18/4/11

carretera






No llevábamos música, un par de discos que nadie quiso escuchar. Bebo Valdés al piano sobre un fondo de alcornocales y agua que se come las orillas. Siento ganas de escribir del vértigo lento de la copa alta de los árboles. Pero está prohibido. Ahora que hasta los posmodernos se han vendido. Y todo es purobit. click-click. Desatención.


Que decir follar ya no provoca.


Eso pienso mientras sorteamos la sierra.


Luego me quedo helada en la siesta. Una hormiga ha trepado al hocico de mi perro. El sol calienta mi lado izquierdo. El derecho, acostumbrado al refugio de los inviernos, es carne y frío.

11 comentarios:

Lara dijo...

Decir follar ya no provoca, pero decir prohibido sí. Y árbol.
Besos, Ar!!!!!!!!!!!!!!!!!

Jesús Miramón dijo...

Maravilloso.

Anónimo dijo...

vaya, que ganas de poner al sol mi lado derecho...
envidia y sol, nos vemos!

Portarosa dijo...

Qué bonito, Aroa.

Azpeitia poeta y escritor dijo...

Lo bueno si breve dos veces bueno...y tu lo haces patente después de recorrer varios de tus post...enhorabuena y un abrazo de azpeitia

virgi dijo...

Y no sólo los posmodernos.
Besitos, también al perro.

mariona dijo...

Qué concreto, y qué acertado, Aroílla.
Un beso.

Ricardo Miñana dijo...

Un placer pasar por tu casa,
que disfrutes estas fiestas.
un abrazo

AROAMD dijo...

Gracias por pasear por acá, por esta quejita suave para lo que pienso, por posaros como hormigas en el hocico. Estamos tan desnaturalizados en las ciudades!!

La sonrisa de Hiperion dijo...

Estupendo post el que nos has dejado. Un placer haberme pasado por tu casa.

Saludos y un abrazo.

NáN dijo...

Ser hormigas y correr aventuras increíbles.