27/9/12

tengo un sueño clandestino para ti

Fue hace muchos años. En un hotel de la avenida 3. Tras una noche de mucha confusión política. Entrevisté a Francisco Barrios, Mastuerzo, cantante de Botellita de Jerez. Su canción, Prohibido, fue un himno para mi en aquellos tiempos. Y, en estos, viene muy bien volverla a escuchar.

Se la dedico en forma de abrazo desde este escenario virtual a mi amigo Héctor, a quien el otoño ha puesto a prueba.


18/9/12

cambio

Hay luz ahí fuera.
Y libros.
Y calles y gente

y la vida.


13/9/12

c a s a

Abierta la ventana, remuevo las hojas de la hierbabuena para que él pueda sentir lo fresco desde la habitación. Me he colgado de la visión que admiró el amigo la noche del mezcal. He afilado mis dedos -estas palabras bien puestas- y he pensado:
¿Se puede escribir sobre una obsesión?
¿Puede y quiere uno contar lo que de verdad (ahí-dentro-donde-nadie) le importa?
Y no lo creo. 
Así como la felicidad o el amor.



7/9/12

retrovisor

Lee los versos de Julio Cortázar, mastícalos con rabia inmerecida, todo lo que no se dice.Y ahora escribe, de frente, si el ritmo sincopado del jazz. No se lo pido al mundo, te lo digo a ti, media vuelta oscura, a ti que has sido un “fuiste” en todos los sentidos. A ti que escondes viento.
A ti que tan tarde preguntas por lo que nadie recuerda.

No te voy a cansar con más poemas.
Digamos que te dije
nubes, tijeras, barriletes, lápices,
y acaso alguna vez
te sonreíste.
J.C. 

Laguna de Bakalar recortada por la ventanilla. 

El domingo, algunos fantasmas del buque leeremos a Cortázar en casa, si alguien gusta + mezcal, claro. 
Se admiten viandas.

4/9/12

esto es


Atravieso el bostezo de Madrid en un taxi. Un rumor de café, vapor de sol talón de zapato. Corsé y andamio. Nadie sabe si sandalias o abrigo. En alguna coordenada de estas calles debe haber un gobierno, con sus ministros y sus carteras, una exposición de surrealismo, un paquete de vacaciones destrozado, tu ausencia como un recorte de sombra. También habrá un desahucio. Le he robado el bolígrafo con que escribo a un apuesto paparazzi (a mi gusto, claro). Está tumbado camisa blanca en el sofá de una sala vip de televisión, donde se habla  del pescado de Tarifa con la misma liviandad que se habla de Bretón, ratito sí, ratito no. También le miro el estómago, tiene el sol del estrecho allí dormido. Yo no desgasto mi saliva con nadie. Una señora, coleta-bata-bolsocruzado grita porque nadie la dejó hablar de la secta que abdujo a su hermana y la largan. Largan todo lo que no vende más que dos niños quemados por un padre psicópata. Estrujan el trapo. Caen mierda y millones. Se va desairada la supuesta víctima de una supuesta vidente supuestamente muerta en un pueblo cercano a esta ciudad, donde una vez hubo un gobierno equis, te acuerdas, donde seguro está habiendo un desahucio.

2/9/12

confiada


En una tarde de pasos calientes e impuesto silencio, me lancé al Caribe como quien entra en el Mediterráneo, decidida y pez. Y fue ese mar de siete azules quien me recordó que al agua se entra despacio, con permiso y sin confianza. Me arrancó hasta su orilla y allí me dejó despeinada.

Le puso nombre a la sensación que tuve durante todo el viaje. 


1/9/12

Lejos

No todo el mundo sabe que a Veracruz y a sus playas lejanas no pienso en la vida nunca volver. Fui feliz allí, el mes pasado, en noche de luna llena, en Los Portales, ni antes ni después de esa noche, en el último mes de julio de mi juventud. Pero no pienso en la vida nunca volver, pues sé muy bien que la nostalgia de un lugar sólo enriquece mientras se conserva como nostalgia, pero su recuperación significa la muerte.
Enrique Vila-Matas
Lejos de Veracruz 


Roca partida